Dios se preocupa por nuestros problemas

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Dios se preocupa por nuestros problemas

En la vida pueden acontecer sucesos dolorosos. En este sentido, puede pasar algo que lo destroce por completo, dejándonos a la deriva. 

Muchas personas han dejado de creer, tanto en sí mismos como en  un Dios o ser superior. Se ha hecho más fácil tomar el camino de la aceptación, que intentar cambiar algo que parece que no saldrá de un hueco profundo y oscuro. 

Sufrimos y nos quejamos, pensando que nadie está de nuestro lado, que estamos completamente solos, lo que nos lleva a seguir la corriente e incluso dejar de ser quienes verdaderamente somos. 

¿Te sientes extranjero en tu propio cuerpo?, ¿ya no aguantas más?, ¿sigues dudando que alguien está ahí para consolarte y ayudarte? Pues no eres el único, cada vez esto se hace más común, pero es realmente innecesario.


Fuimos creados con un propósito, y ese propósito no es estar solos. De eso te hablaré aquí, de que por más que dudes, por más que patalees y llores, no estás solo. ¿En serio crees que Dios no se preocupa por nuestros problemas? Entonces sigue leyendo y veamos si cambias de perspectiva.


¿Por qué creemos que Dios no se preocupa por nuestros problemas?

Existen varias razones que inundan nuestra mente al pensar en que no le importamos a Dios. No es sólo una, de hecho, miles de teorías llegan sin más nada que decir, solo encajándose para nunca salir.

Cabe destacar, que cada una de ellas es errónea, y esto te lo haré entender más adelante.


Pequeñas personas para un Dios tan grande

Si profundizamos en este tema, parece ser que somos sólo unas pequeñas hormiguitas delante de un elefante, o incluso, unas pequeñas hormiguitas en el centro de un planeta gigante. Puede sonar exagerado este ejemplo, pero es así. 

Frente a este Dios que conocemos, pensamos que somos nada, pues su poder y sobrenaturalidad, ni en lo más mínimo se acerca a nosotros, o eso pensamos.


Un Dios que debe estar al pendiente de todo un universo, ¿cómo es posible que me tome en cuenta a mí?, una simple persona, que no parece tener nada especial que ofrecerle a Él.


Soy pecador

Por otra parte, también se halla la idea de la culpa, pues es contradictorio que siendo como somos, y haciendo lo que hacemos, Dios se preocupe por nuestros problemas. 

Todos creen que Él es un Padre indiferente, al que negamos una vez y ya nos excluye de su vida; o que con nuestros malos actos ya estamos cumpliendo una sentencia de “fuera contrato como hijos de Dios”; lo que no sabemos es que Dios no es un jefe al que se le tiene que tener una distancia y simplemente hacer lo que este quiera. Dios es un Padre, un Padre amoroso.

Te presento un ejemplo, una madre que tiene un hijo con mala conducta, se puede sentir decepcionada o molesta, pero a pesar de todo sigue siendo su hijo. 

Si él se enferma, ella se preocupa, si se escapa de casa, ella se preocupa, si le responde de mala manera, ella también se preocupa. 

Pase lo que pase, esta madre nunca dejará de ser madre, ¿por qué?, porque ama a su hijo. Así mismo es Dios. 

Nosotros que somos sus hijos le importamos, no importa cuántas veces le fallemos. Lo importante es que nos volvamos a levantar y cada vez más fuertes, cumpliendo su voluntad.


Existe sufrimiento

Una de las razones más abundadas, es esta. Como dije en un principio, el mundo está muy destrozado, y hay tanto sufrimiento que pensamos: ¿si Dios nos ama y se preocupa por nosotros, por qué nos deja sufrir?, ¿por qué deja que pasen las cosas?, ¿por qué no interviene?


Todos hemos llegado a cuestionarnos de esta manera en algún momento, y es normal, no hacemos mal, porque es complicado entender que me pasen circunstancias malas y Dios no haga nada; lo que pensamos que significa que no se preocupa, pues si no interviniera y nos ayudara.


A veces también, por más que hablemos no nos responde, o le pedimos una prueba y nunca aparece; pero ¿te has puesto a pensar que realmente lo que haces es retar a Dios?


La verdadera personalidad de Dios no es esa que supones. Si leemos la biblia nos damos cuenta de que Dios siempre está allí, pero es importante que nosotros también estemos. Él no se va a manifestar cada vez que tú se lo pidas, porque puede que no sea ni el momento, ni el lugar, ni la voluntad indicada.


Además, ¿cómo piensas que Dios será tu consuelo en las circunstancias difíciles, si no lo buscas todo el tiempo? 

Tenemos que esforzarnos por tener los frutos del espíritu santo, por desarrollar un comportamiento pleno y pensamientos positivos para las adversidades. 

También tenemos que recordar que desde la caída de Adán y Eva, el Diablo reina en el mundo y quiere destruir todo lo que en él se encuentra. Dios lo permitirá por un tiempo, con un propósito, y es  nuestro entendimiento y la libertad de elección.


Dios se preocupa por nuestros problemas 


Que Dios se preocupe por tus problemas no significa que ya no tendrás problemas. Nuestra vida es una carrera, en la cual hay obstáculos por superar. 

Cada uno de ellos nos hacen mejorar, pues cuando vuelvas a atravesarte con este obstáculo, sabrás qué hacer, y serás muchísimo más fuerte. 

De eso se trata vivir, y Dios siempre estará allí, antes, en medio, y luego de pasar el obstáculo, siempre, en todo momento.

Dios no se queda atrás contigo. ¿Crees que en esos momentos en los que te superaste como persona, Él no te ayudaba? 

Recuerda siempre los pequeños detalles. Si no se preocupara no nos hubiese creado, no inspiraría al hombre para que escribieran libros que sirvieran para guiarnos, no mandaría a su único hijo a sufrir en la tierra y a humillarse por nuestros pecados, no dejaría a su espíritu santo para que nos ayudase.

Si Dios no se preocupara no haría muchas de las cosas que te hacen a ti tener una relación con Él. El problema puede estar en si realmente tú te preocupas en agradarle o en tener una relación íntima con Él, como padre.

Entonces, con todo lo dicho, sí, Dios se preocupa por nuestros problemas, y más de lo que tú crees.


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